Mirando hacia atrás sin ira.

Normalmente un divorcio o ruptura es el resultado de un proceso de desencuentro en el seno de una pareja. Al dolor en si mismo que la ruptura produce hay que añadir que en un momento de gran sufrimiento emocional, se han negociar acuerdos que van a marcar de un modo significativo nuestro futuro y el de nuestros hijos si los hay. Todo un reto del que es casi imposible salir realmente indemne.
Se ha redactado un Anteproyecto de Ley que modifica sustancialmente el Código Civil de Cataluña y que entre muchos aspectos que atañen al proceso de ruptura de una pareja, establece de forma preferente la responsabilidad parental (custodia de los hijos) con carácter compartido. Habrá que redactar el llamado Plan de Parentalidad que debe de contemplar cuestiones tan importantes como: lugar donde vivirán los hijos, modalidades de tiempo de relación, forma de ejercicio de la responsabilidad y de la toma de decisiones de cuidado y educación, tareas que cada uno deberá ejercer. Todo ello bajo el “Principio de Responsabilidad” Está previsto que la nueva Ley, superadas las enmiendas que puedan hacer los diferentes grupos parlamentarios, sea una realidad dentro de unos meses.
Esta importante modificación legal supone un cambio por imperativo legal a lo hasta hoy conocido, que era que en la mayoría de los casos, salvo acuerdo, la custodia de los hijos era otorgada a la madre haciendo del padre una figura periférica al producirse la ruptura en una familia. Con la nueva Ley emerge la figura paterna que adquiere una nueva fuerza y protagonismo.
Se pretende un ideal casi imposible de llevar a la práctica sin ayuda profesional. Esto es: que dos personas que no se han podido comunicar bien ya que por eso se divorcian, cuando peor se hallan emocionalmente hablando por la tormenta que supone una ruptura, tengan dialogar y hacerlo “bien” ya que van a vincular con su decisiones su futuro y el de sus hijos, si no son capaces, lo va a hacer un Juez por ello que en aplicación de la nueva legislación va a imponer una custodia compartida de los hijos y un reparto de responsabilidades por parte de los progenitores.
Se impone, pues a todo aquel que se halle en un proceso de ruptura la adaptación a la nueva realidad- legalidad. Es este un esfuerzo arduo e importante y supone cuestionamiento de roles para lo cual será de mucha ayuda en la mayoría de los casos contrastar opiniones y contar con el apoyo de personas que se hallen en una similar situación de ruptura de pareja, bajo una supervisión interdisciplinar especializada en psicología, derecho, mediación familiar y terapia familiar.
Ya que las relaciones pueden terminar pero los vínculos permaneces, nuestro espacio le puede ayudar a:
• Descubrir que en los descalabros existe una fuerza oculta en nuestro interior.
• Descubrir que en realidad no hay “buenos” ni “malos” en las rupturas familiares sino personas que viven con deseos de pertenencia y apego y que han visto frustradas sus expectativas.
• Descubrir que existe una tierra árida situada entre el amor y el desamor de las parejas que se ha de poder transitar preservando la paz y la dignidad de padres, madres e hijos para enfrentar el arduo camino de la ruptura.
• Descubrir que podemos ser a la vez animales heridos pero también almas generosas.
• Descubrir que somos frágiles y debemos respetar este hecho, pero a la vez debemos avanzar.
• Descubrir que es absolutamente legítimo sentir ternura por los recuerdos y sentir deseos y destellos de amor cuando el otro ya no está.
• Descubrir que debemos , en un determinado momento, permitirnos el dolor, rendirnos a él, tan cercano como el amor, para restaurarnos a nosotros mismos. Sufro luego existo.
• Descubrir que la rabia y el resentimiento resulta de la impotencia y el desconocimiento en el manejo de nuestras propias heridas, reconociendo que no es señal de debilidad pedir ayuda e información para gestionar la propia ira.
• Descubrir que en el camino uno aprende, pero que es prácticamente imposible separarse sin emociones encontradas y desacuerdos; pero que en el caso de tener hijos...los niños son PRIORITARIOS y nunca un arma arrojadiza .
• Descubrir que no se debe dar vía a la frustración a través del victimismo y del resentimiento por lo que pudo haber sido y no fue y que las expectativas a veces no son más que culpa o exigencias encubiertas.
Teniendo en cuenta el hecho de que hoy día se puede hablar de una “monogamia secuencial” que quiere decir que cabe esperar que a lo largo de la vida pueda haber dos, tres o cuatro parejas estables, debemos aprender a organizar nuestro mundo afectivo. Nuestros grupos están orientados a conseguir una integración de aspectos pertenecientes a distintas tendencias: psicoanálisis junguiano, terapia familiar sistémica, mediación etc..., siempre teniendo en cuenta el respeto marco legal que condiciona nuestra realidad actual en Derecho de Familia. Nuestros Grupos están enfocados a dotar a los integrantes de una mayor capacidad para gestionar su vida y así obtener un mayor autoconocimiento, bienestar y crecimiento.